El tres de junio de 2015 nos convocamos masivamente frente al Congreso de la Nación, tras darse a conocer reiterados femicidios. Fue la primera movilización de lo que se consolidó como Ni Una Menos, conformándose un colectivo que reúne a un conjunto de voluntades feministas, pero también es un lema y movimiento social. Desde entonces no quedaron dudas de la incorporación de los reclamos feministas en las agendas de gobierno y de las políticas públicas.
En la actualidad, la presión social y la previa movilización de recursos en la esfera de la organización de la contienda política se presentan como elementos indivisibles, que se consideran claves, entre otros, a la hora de conformar agenda. En este sentido, el tres de junio del 2015 significó una trasgresión en la acción colectiva a través de la presencia espontánea de 250 mil personas frente al Congreso, con marchas de gran convocatoria en diferentes ciudades y plazas del país. Junto con sus posteriores réplicas y otras manifestaciones en línea con los reclamos feministas, se interpeló a los sectores sociales,